Para reclamar el premio, la antigüedad a primacía El reclamo por la Lotería del Oratorio y el Hospital de San Pedro en la Guerra de Independencia / Martín I. Rojas

 Para reclamar el premio, la antigüedad a primacía
El reclamo por la Lotería del Oratorio y el Hospital de San Pedro en la Guerra de Independencia


Martín Ignacio Rojas González




En 1807, el Imperio Napoleónico solicitó permiso de cruzar España con el pretexto de invadir Portugal. Una vez en territorio hispano, los franceses traicionaron a su aliado en su campaña contra el territorio de los Braganza, estableciendo un Estado Satélite con la doble abdicación de Carlos IV y Fernando VII de España. El 8 de mayo de 1808 estalló una revuelta popular contra los franceses, dando inicio a la denominada Guerra de Independencia Española. En América, esta fue la coyuntura perfecta para que las élites criollas se hicieran con cargos que les eran inalcanzables debido a las Reformas Borbónicas. Los ayuntamientos fueron las únicas instituciones sólidas que pudieron hacer frente al vacío de poder dejado por la Corona, y Puebla no fue la excepción. 1
Los conflictos armados en las Españas incrementaron los problemas económicos del que en otrora fuera un gran imperio, obligando a los aristócratas regentes a buscar alternativas recaudatorias, y una de ellas fue el juego de azar lícito. La lotería en España tiene antecedentes desde el reinado de Carlos III, cuando el monarca importó el juego de Nápoles, sin embargo, la institución de la Real Lotería Nacional de España se creó en 1811 como una estrategia de la Junta de Gobierno de Cádiz para beneficio de la causa realista. 2


Lo mismo pasó del otro lado del Atlántico, en 1815 el virrey Félix María Calleja instituyó dos loterías forzosas para aristócratas y burócratas novohispanos. 3 De esta manera las Loterías se convirtieron en instituciones muy rentables para hacer frente a las necesidades surgidas de la invasión en la península y las guerras civiles americanas.

Desde el estallido de su propia guerra civil, la Nueva España afrontó a la par de las crisis políticas y económicas, crisis de orden social como epidemias y hambrunas. Por decreto de las Cortes de Cádiz de 1813, todos los órdenes de gobierno de los reinos americanos debían formar Juntas de Sanidad en favor de la promoción de la salud pública. En ese mismo año, el Ayuntamiento de Puebla acató el mandato y formó su Junta de Sanidad, momento bastante oportuno pues en 1814 aconteció un brote de viruela en la Angelópolis a causa del conflicto. Para atender la emergencia, los galenos que integraban la junta dispusieron de 3 hospitales para el auxilio de los enfermos de viruela, San Juan de Dios, San Javier y San Pedro. 4 Es en este contexto que se inserta el conflicto de la Lotería del Oratorio de San Felipe Neri y el Hospital de San Pedro.

El 13 de mayo de 1817 se fechó una carta procedente de la Casa de Ejercicios, cuyo destinatario fue Don Joaquín Furlong, presbítero prepósito del Oratorio, en la cual se expuso un conflicto entre el director de la Lotería y los comisarios designados por el Ayuntamiento para vigilar los sorteos dominicales. En 1815, el nosocomio solicitó permiso para contar con una lotería propia para subsidiar los menesteres emanados de la atención que se prestaba a los militares heridos en batalla, principalmente la escasez de agua. En respuesta a la solicitud, el cabildo angelopolitano concedió al hospital derechos provisionales sobre los sorteos del Oratorio, sin embargo, esta decisión no se tradujo en un cambio en las constituciones de la rifa puesto que la Congregación cumplía con la ayuda solicitada por San Pedro. 5

Debido a los antecedentes, el 24 de abril del mismo año, el prepósito instruyó al Director de la Lotería para que los capitulares eclesiásticos del Hospital tuvieran la misma intervención en la rifa que los representantes de la casa de ejercicios. Esta decisión se tomó bajo la intervención de los comisarios designados por el cabildo, quienes al momento de la repartición de las ganancias de los sorteos daban mayor parte al nosocomio que a la Casa de Ejercicios del Oratorio, lo que derivó que la crisis de agua se trasladara al recinto de la Calle de Cholula. En su defensa, la Casa de Ejercicios argumentó que los derechos que ejercía sobre la lotería eran más antiguos que los concedidos al Hospital, y por lo tanto la mayor parte de las ganancias debía destinarse al Oratorio. Al final de la carta, se exhorta al presbítero a defender los intereses del claustro antes que los intereses del hospital. El 24 de septiembre de 1827, el cabildo de Puebla emite un decreto por el cual se conceden al Oratorio cuatro palas de agua dulce para atender sus necesidades, las cuales serían introducidas desde la alcantarilla que está situada en la Calle de Cholula, hoy la 9 poniente. 6




Esta disputa por las rentas de la Lotería terminó muchos años después de la consumación de la independencia, el 21 de noviembre de 1828, durante la Primera República Federal. Por decreto de Joaquín de Haro y Tamaríz, gobernador del Estado Libre y Soberano de Puebla, se expidió el Reglamento de para la Rifa del Oratorio de San Felipe Neri de Puebla y Hospital de San Pedro, en el cual se indica que ambas partes deben designar un administrador conjunto, el cual debía asegurarse de dividir las ganancias a la mitad entre ambas instituciones para el beneficio de la ciudadanía poblana. 7

Si bien no se impuso el derecho de antigüedad, este conflicto da muestra de estructuras políticas propias de la transición del Antiguo al Nuevo Régimen en la construcción del Estado-Nación Mexicano. Aún en la incipiente cultura cívica del México Independiente, el nuevo Estado Liberal necesitó de las instituciones eclesiásticas y las obras pías para poder prestar servicios que desde el siglo XX conocemos como de Seguridad Social, generando prácticas políticas particulares de este periodo. La colaboración entre Iglesia y Estado en el marco de la conformación de una sociedad laica puede parecer contradictoria, sin embargo da muestra de los convulsos procesos de cambio de tiempos históricos.



Brian R. Hamnett, “El derrumbe del antiguo sistema político en la España metropolitana, 1790-1808”, en Hamnett, Brian, La política española en una época revolucionaria, 1790-1820, México: Fondo de Cultura Económica, Segunda Edición, 2011, pp. 39-65.

2 Cecilia Font de Villanueva, “La aparición de la Lotería en España, ¿Qué reacciones generó?”, en Proyecto: Loterías en España. Consultado el 30 de mayo de 2024 en: _wp-content_uploads_2008_09_La-aparicion.pdf (timtul.com)

3 John Jay TePaske, “La crisis financiera del virreinato de la Nueva España a fines de la colonia”, Secuencia, no. 19, enero-abril de 1991, pp. 123-141. Consultado el 30 de mayo de 2021 en: http://dx.doi.org/10.18234/secuencia.v0i19.335

4  Luz María Hernández Sáenz, “Un problema de equilibrio. El protomedicato y las juntas de sanidad de México y Puebla, 1813-1850”, en Rojas, Laura y Deeds, Susan, México a la luz de sus revoluciones, volumen I, México: El Colegio de México, 2019, pp. 558-560.

5  “Carta enviada a Don Joaquín Furlong en relación a la Lotería”, 13 de mayo de 1817, Puebla, Archivo del oratorio de San Felipe Neri de Puebla, caja 9.

6 Decreto del cabildo de Puebla en atención a la falta de agua en el Oratorio”, 24 de septiembre de 1817, Puebla, Archivo del oratorio de San Felipe Neri de Puebla, caja 9.

7  “Reglamento de para la Rifa del Oratorio de San Felipe Neri de Puebla y Hospital de San Pedro”, 21 de noviembre de 1828, Puebla, Archivo del oratorio de San Felipe Neri de Puebla, caja 9.

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